NO
SE HACEN LOS
OJOS
No se hacen los ojos a tu ausencia.
No se hacen… No. Y el mirar
fluye
como desierto repentino,
como
batalla cruel, sin ideales,
sin
bandera.
No se hacen... No.
Y las horas se alzan gravitantes
hasta un mundo de miradas
invocado.
Como sombra a la deriva,
entre ademanes de anhelo,
me acerco naufragando,
sólo de amor, hasta la línea
silenciosa del encuentro
con tus ojos.
Con dulzura sin límite,
caen en ellos los míos,
locamente
enamorados.
Se hacen pronto a tu presencia,
llenos
e inquietos
por libre picardía.
Ana Egea. Memoria de amor. Poemario registrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario