miércoles, 2 de septiembre de 2015

A veces, la paz se escribe en el corazón de sencillas miradas.

¡QUÉ  PAZ!

Un estanque de agua mansa
y el cisne más elegante,
vestido con plumas blancas,
nada entre cañaverales.
Lleva los ojos pintados
con colores de la noche
y el cuello, tan estirado,
es del estanque una torre.
Siete cisnes muy pequeños
con plumón y plumas blandas,
bajo los techos del cielo,
siguen a mamá con calma.
Picotean con el pico
las estrellas de oro y plata
que tiritan con el frío
sobre las azules aguas.
Todos los ojos muy negros
y las plumas blancas, blancas.
Sin importarles el tiempo,
nadan todos. Nadan, nadan…
Ana Egea Hervás
Poema registrado.

2 comentarios:

  1. Me gusta. Como siempre los poemas cuanto más sencillos y cortos pero que expresen sentimientos y emociones son los mejores. Sigue en esa línea y algún día tendrás tu recompensa bien merecida.

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  2. Gracias. Muchísimas gracias por tus lecturas y sugerencias. Besos.

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