jueves, 7 de mayo de 2015

ACOSO ESCOLAR,  UNA REALIDAD   EN   LAS   AULAS.

Cuando escuchamos, a través de los medios de comunicación, noticias relacionadas con el acoso escolar pensamos  y experimentamos el sentimiento positivo  de que, en nuestro contexto educativo, el acoso no existe y lo  ubicamos lejos de los lugares que conocemos y sólo en aquellos C.E.I.P.S  o I.E.S.  a los que hace referencia la noticia.

ES UN PROFUNDO ERROR CREER QUE  SE TRATA DE ALGO  LEJANO Y ESPORÁDICO

Y lo es porque  las situaciones  de acoso y hostigamiento están presentes, en mayor o menor grado, en todos los centros escolares.

¿En qué consiste     el acoso ?

Existen  diferentes tipos de acoso  que oscilarían desde la marginación  y aislamiento  de los niños que lo sufren, por parte del resto del alumnado, a una situación de   hostigamiento repetido (insultos,apodos no deseados, bromas pesadas, burlas, daño, robo  u ocultación de materiales escolares, agresiones físicas...).
Normalmente, en las situaciones de acoso, hay un desequilibrio de número: un niño/a es acosado  por parte de un grupo y esta situación no es esporádica sino que se repite  de manera continuada a lo largo del tiempo.

¿Cuándo y dónde  tienen lugar las situaciones de acoso?

Los lugares en los que se realiza  suelen ser  el patio, pasillos, los aseos; el tiempo, momentos en los que el profesorado está centrado  en el trabajo con otros alumnos,  en los minutos de cambio  dentro del  horario escolar, en  horario de recreo o  tiempos de entrada y salida de los centros escolares.

¿Por qué es difícil de detectar ?

El acoso  es difícil    de descubrir  y poner de manifiesto  porque sucede  más allá de las miradas del profesorado y, en caso de que  se  descubra, tan sólo se ve  una  pequeñísima parte de lo que sucede. Es por eso por lo que  se compara al acoso escolar con un iceberg del que sólo queda al descubierto , para el ojo humano, un 20% del tamaño real. El resto aparece sumergido.

Ampliar la mirada con la que analizamos los cambios  en el rendimiento académico, mirar con ojos nuevos  aislamiento y soledad, timidez o  introversión, observar las sonrisas forzadas ante  bromas  o apodos, detectar el corazón-diana de  las flechas de bromas pesadas, insultos o acusaciones  y lanzar al mar tumultuoso de la convivencia mensajes y medidas  relacionadas con el respeto y la empatía...
Y marcar rumbos nuevos porque hay alumnos/as que sufren con el oleaje del acoso y para los que  los centros escolares  convierten la supervivencia   en un infierno.
Saludos.

Ana Egea

Te animo a que expreses tu opinión y me envíes tu comentario.¡Gracias de antemano!





No hay comentarios:

Publicar un comentario