LA PRINCESITA FEA
(Tal vez sucediera en
un tiempo en el que los ideales
de belleza destacaban a las jóvenes de
pelo rubio y piel clara)
A mi nieta Sara, incipiente mujer, bella por fuera y por dentro.
I
Una vez vivieron
en tierras lejanas
un rey y una reina
que entre paz reinaban
y unas princesitas:
Sara , Luz y Clara.
Sara, más menuda.
Las otras, más altas.
Princesita fea
todos la llamaban
por ser muy morena,
con piel bronceada
y cabello bruno
trenzado a la espalda.
Lágrimas de pena
sus ojos lloraban
_Tener yo quisiera
como mis hermanas,
los cabellos rubios,
pálida la cara.
_No llores, princesa_
le decía el aya
que tú eres hermosa ,
tanto como Clara.
Dios hizo en el tiempo
noches y mañanas;
las dos diferentes
y ambas necesarias.
Con manos oscuras
se teje la calma
y la luz despierta
los sueños del alma.
Llora que te llora
muy desconsolada.
Nadie conseguía
poder consolarla
porque no entendía
de aromas que guarda.
Tristeza tan triste
salió a cabalgarla
a un bosque frondoso
con arces y hayas.
Era muy temprano,
al romper el alba.
La luz despertaba
el son de las aguas
donde ruiseñores
bailaban las alas
mientras que con trinos
los aires volaban.
Escuchó quejidos
que a muerte sonaban
de un joven mugriento,
sin ropas, sin armas...,
sangraba tendido
bajo la enramada.
Bajó del caballo
muy apresurada
y la voz tan suave
que casi besaba
limpió los oídos
de horas amargas :
_Descansad tranquilo;
no temáis nada.
Lavó sus heridas
con agua muy clara.
Se rompió el vestido
de oro y de grana
y vendó con seda
las carnes dañadas.
Sus manos de brisa
apenas rozaban.
Le prestó el caballo
y a pie regresaba
._Iván yo me llamo
y vengo de Rasma.
Fuimos asaltados
con furia y con saña.
Aquí hubiese muerto,
si tú no me salvas
Díme, si es posible ,
tu nombre sin falta.
_Yo vivo en palacio
y me llamo Sara.
Soy una princesa ,
como Luz y Clara.
Princesita fea
la corte me llama
pues ellas son rubias
y mucho más guapas.
II
Clarines al viento
rompen hoy la calma.
Banderas ondean
sobre las murallas.
Regios alazanes ,
sin cesar , cabalgan
y un príncipe llega
de tierras extrañas
a elegir princesa
para desposarla.
Sedas y brocados
visten las estancias.
Tocados de oro
para Luz y Clara.
Sara, más sencilla ,
prefiere la plata.
_¿Seré la elegida?
preguntaba Clara
_¿Seré ,tal vez yo,
que soy la más alta?
Frente a los espejos
ambas saludaban.
tendiendo la mano
que será besada.
_¡Qué bellas princesas! _
murmuran las ayas.
_A Luz yo prefiero
para desposada.
_Yo no tengo dudas.
Será nuestra Clara.
Sara nada dice
tímida y callada.
Siendo tan morena ,
nadie la destaca.
Latidos de prisa
bajo telas blancas
lleva al dormitorio
una fiel criada.
_¡Descended princesas.
Los reyes os llaman
que los caballeros
llenan antesalas.
Y las princesitas
se ponen en marcha
hasta colocarse
junto a los monarcas.
Cerca de los reyes,
la nobleza rancia:
duques y duquesas
con lujo ataviadas,
condes y marqueses,
barones y damas.
La misma pregunta
dicen las palabras:
_¿Cuál de las princesas
será desposada?
Los pasos golpean
las escalinatas
y ujieres anuncian
con la voz muy alta
mientras que en la
corte
todo son miradas .
El séquito entra
postrando las armas
y un joven
apuesto,
al Rey se adelanta
y allá entre silencio,
una voz declama:
_Majestad, yo soy,
príncipe de Rasma
y os pido una hija
para desposarla.
_Mi reino te acoge
príncipe de Rasma.
Éstas son mis hijas:
Clara , Luz y Sara.
Sara se estremece
toda sonrojada.
¡Es él , el mendigo
que halló en la
enramada!
A sus pies postrado ,
la mira con calma
Con voz muy serena
brotan sus palabras:
_Yo vine a buscarte.
Tú eres mi amada,
Viviendo muy lejos
contigo soñaba.
Te quiero a mi lado,
para siempre,Sara.
III
Aires hay de fiesta.
Tañen las campanas.
Clarines al viento
desde madrugada..
Las banderas bailan
sobre las murallas
y allá en el palacio
lucen hoy las damas
tocados de lujo ,
manos enjoyadas,
cabellos oscuros
y tez bronceada.
Con gran nerviosismo
las gentes aguardan
llenando las calles,
colmando las plazas.
_¿Ya viene el cortejo?
¿ Aún no cabalga?
_¿ Salió del
castillo?
¿Aún se prepara?
Vítores de gozo
todo el pueblo clama
cuando se les muestra
la princesa Sara
con blanca sonrisa,
labios de granada
ojos tan oscuros,
luz en la mirada.
¡Se nota que vibra
toda enamorada!.
Y todos a un tiempo
las mismas palabras:
_¡Qué bella princesa
se nos arrebata!
Vestida con seda
tejida muy blanca
luce como siempre
la tez bronceada,
cintura de junco
y sobre la falda
estrellas de oro,
jazmines de plata.
que entre los encajes
brillos desparraman.
Los rizos del pelo
formando cascada
son ríos de oscuro
cubriendo la espalda.
Con flores menudas
toda coronada
sonríe serena
al ser desposada.
No cesan los ojos
de Iván de abrazarla
Regala te quieros
desde la mirada
y Sara comprende
cuánto es amada.
Pétalos de sueño
entre las barandas
desde donde miran
jóvenes muchachas
y un único anhelo
late en balconadas.
_¡Ojalá yo fuera
bella como Sara
y un príncipe regio
se me declarara!
Sara, princesita,
eres envidiada.
Por ser tierna y dulce,
la más bella de alma
colmada de amores
reinarás en Rasma.
Ana Egea. Registrado.
Muy bello poema, aunque en realidad "los príncipes" eligen las más hermosas por fuera.
ResponderEliminarUn beso
Genial Ana!!
ResponderEliminarMe ha encantado. Felicidades.
Un abrazo
¡Gracias! Respondí a vuestros comentarios y seguro que pulularán por este universo informático que desconozco. Besos.
ResponderEliminar¡Gracias! Respondí a vuestros comentarios y seguro que pulularán por este universo informático que desconozco. Besos.
ResponderEliminarbellas letras y bello contenido Ana ... MIL BESOS !!!
ResponderEliminarAunque un poco tarde he leído tu comentario. Gracias. Deseo que el nuevo curso escolar vaya muy bien para ti y para tus duendecillos. Besos.
EliminarMuy hermoso. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarMuchísimas gracias Mery. Por circunstancias personales acabo de leer tu mensaje. Besos para ti.
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