Un poema que permite conocer a los abejarucos y trabajar la igualdad.
¡QUÉ HAMBRE¡
El Sol amanece
sobre el valle oscuro.
Allá, en un cortado,
los abejarucos.
¡Sal, abejaruco
y espera a mamá
que trae abejitas
desde el colmenar!
Babero amarillo
bajo el pico agudo.
Todos los hermanos
aguardando turno.
_Tú serás primero.
Yo soy el segundo.
Éste, que ha empujado,
a la cola, ¡el último!
¡Sal, abejaruco
y espera a papá
que trae abejitas
desde el colmenar!
Muy dentro del túnel,
en lo más profundo,
lágrimas de hambre
por el desayuno.
Ana Egea. Poema registrado.
Me encanta por que me crea ternura. Gracias.
ResponderEliminarGracias por tu participación y un millón de besos.
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