CON UNA CINTA
DE PLATA
A Toledo, el Tajo
abraza
con una cinta de plata.
El río siempre divisa
en la encrespada colina
fortín de la reconquista,
la catedral y el alcázar.
Con pasos lentos camina
y el fulgor de mediodía
dibuja mil estrellitas
que bailan sobre
las aguas.
Riega el verdor de la orilla
y el renacer de la espiga
y mansamente acaricia
las alamedas doradas
La ciudad siempre ceñida
disfruta la maravilla
del frescor de las umbrías
y de los trinos que alzan.
A Toledo, el
Tajo abraza
con una cinta de plata.
Ana Egea. Cuaderno de viaje. Registrado.
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