SON ASÍ
Cierra
los brazos,
donde termina
mi cuerpo,
como inmóviles
mástiles
entre el ir y venir
de lo incógnito ,
del rigor de
azares y de fechas,
mientras
el viento flagela
con fiereza triste, las
noches del tiempo.
Brazos como red leve,
echada al compás de ansias y tactos.
Regazo
ardiente.
Paraíso
sin cálculo.
Brazos como el horizonte,
entregado a la luz sin
resistencia
o frenético fuego
ante el porvenir de la sombra.
Como el mar,
estallido en ascensión
o mansa
espera cierta.
Ana Egea. Memoria de amor. Registrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario