A veces, la paz se escribe en el corazón de sencillas miradas.
¡QUÉ PAZ!
¡QUÉ PAZ!
Un estanque de agua mansa
y el cisne más elegante,
vestido con plumas blancas,
nada entre cañaverales.
Lleva los ojos pintados
con colores de la noche
y el cuello, tan estirado,
es del estanque una torre.
Siete cisnes muy pequeños
con plumón y plumas blandas,
bajo los techos del cielo,
siguen a mamá con calma.
Picotean con el pico
las estrellas de oro y plata
que tiritan con el frío
sobre las azules aguas.
Todos los ojos muy negros
y las plumas blancas, blancas.
Sin importarles el tiempo,
nadan todos. Nadan, nadan…
Ana Egea Hervás
Poema registrado.
Ana Egea Hervás
Poema registrado.
Me gusta. Como siempre los poemas cuanto más sencillos y cortos pero que expresen sentimientos y emociones son los mejores. Sigue en esa línea y algún día tendrás tu recompensa bien merecida.
ResponderEliminarGracias. Muchísimas gracias por tus lecturas y sugerencias. Besos.
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